Este artículo analiza el desafío jurídico y ético impuesto por la anencefalia al debate sobre derechos reproductivos en Brasil, en especial el derecho a la interrupción de la gestación. Dado el actual escenario del debate en la Corte Suprema, el hilo conductor del análisis será el pronunciamiento de voto de uno de los jueces, Cezar Peluso, con ocasión de la casación de la autorización provisional, el 20 de octubre de 2004.