El libro aborda con maestría y coraje un tema importante, delicado y hasta entonces no discutido en Brasil: cómo equiparar la tensión entre la libertad de cátedra y la autonomía de las universidades confesionales, que muchas veces cercenan los estudios e investigaciones de sus profesores y estudiantes, en el afán de preservar dogmas religiosos, sobre todo en cuestiones que abordan sexualidad y derechos reproductivos. Se trata de una lectura indispensable para todos los que se preocupan por el futuro de la universidad y de las libertades públicas en el país.