Los espacios de reclusión para los considerados locos infractores resistieron a la Reforma Psiquiátrica brasileña. Algunos fueron, incluso, inaugurados después de la Ley 10.216 de 2001, ocasión en la que hubo una reorientación del cuidado de la salud mental del modelo asilar para el ambulatorio. En los Estabelecimentos de Custódia e Tratamento Psiquiátrico (ECTP) [Establecimientos de Custodia y Tratamiento Psiquiátrico] aún hay personas internadas en régimen de abandono perpetuo: treinta años es el límite de la pena a ser impuesta por el Estado a los individuos imputables, según decisión del Supremo Tribunal Federal (Brasil, 2005). Sin embargo, la investigación de los ECTP de 2011 encontró a veinte individuos internados en hospitales de custodia y tratamiento psiquiátrico hace más de treinta años. Jóvenes, atravesaron los muros de uno de los regímenes más crueles de separación social. Ancianos, ahora esperan que el Estado los corporifique más allá de los números y los reconozca como individuos singulares con necesidades existenciales ignoradas en varios dominios de la vida.
